martes, 27 de noviembre de 2007

Entrevista a Lila Luchessi

Lila Luchessi

Licenciada en Ciencias de la Comunicación (UBA), Doctora en Ciencia Política (Universidad de Belgrano) e investigadora del IIGS (FCS, UBA), es coautora del libro Los que hacen la noticia. Periodismo, información y poder junto a Stella Martini y de distintos artículos sobre periodismo en el país y el exterior (Revistas Diálogos de la Comunicación, Signo y Pensamiento, Trampas, Lote, entre otras). Publicó trabajos académicos en diversas comunicaciones de jornadas y congresos. Fue directora editorial de la publicación electrónica de las V Jornadas Nacionales de Investigadores en Comunicación (ISSN 1515 –6263), Paraná, 2000. Coordinó la investigación Periodistas. Qué piensan y qué hacen los que trabajan en los medios, de Luis Majul (1999). Fue profesora adjunta a cargo del seminario Política, medios y opinión pública (1º cuatrimestre 2004), así como de Globalización, exclusión y migraciones (1º cuatrimestre 2003) y Periodismo y política (1º cuatrimestre 2002) en la Carrera de Ciencias de la Comunicación, Facultad de Ciencias Sociales, UBA. Además, es profesora de periodismo en TEA y trabajó en la capacitación de profesionales en comunicación de distintas empresas.

Como periodista, trabajó en distintos medios gráficos y radiales de Buenos Aires y edita newsletters de comunicación corporativa.

¿Cuál es el rol de los medios hoy?

Bueno, es complicado hablar de cual es el rol de los medios hoy, así tan en general, pero a mí me gusta la definición de un autor uruguayo, que trabajo muchos años en España, que se llama Hector Borrat y que dice que los medios son un actor político que en algún punto, este… velan su participación política en los conflictos, a partir de las otras funciones que desarrollan dentro de los medios. Esto es, por un lado describen cuales son las situaciones, narran esas situaciones, por otro lado comentan, y lo que él dice que es lo que vela su accion politica es la participación en los conflictos sociales que esa no la pone tan clara como es la de narrar y comentar.

¿Cuál es el contrato de los medios con la gente?

Aver, a mi me parece que…. El contrato de los medios con la gente en este momento tiene que ver con ida y vuelta en relación a satisfacción al cliente. Digo, Los medios toman a sus audiencias como consumidores de productos y suelen testear cuales son los gustos de esos consumidores, con lo cual tienden a no pensar el contrato, y a veces información que es sumamente relevante no aparece porque no aparece dentro de los intereses de la audiencia. Y también la pregunta sería, ¿Cuál es? ¿Qué es primero? ¿El huevo o la gallina? Porque muchas veces ese interes no se produce porque la información es siempre superficial, es siempre la misma.


¿Cómo se distribuye la pauta publicitaria estatal y privada, y de qué modo afecta en los contenidos de los medios?


Bueno, la publicidad me parece a mi, aunque no soy una experta en publicidad, tiene como finalidad no solamente lucrar, esto es, no solamente conseguir mayor rendimiento económico de aquello que se publicita, sino también influir en la opinión publica, en la ciudadanía. En ese caso, yo no diferenciaría el objetivo de quienes ponen publicidad a partir de que esta publicidad sea publica o privada. Me parece que el debate sobre la publicidad oficial es un poco tramposo, porque si bien a mi me gustaría tener claramente los motivos por el cual se anuncia en los programas o en los medios en los que se anuncia, no creo que eso tenga una influencia mayor que la que tiene la publicidad privada, en la medida que el 90% de la pauta es privada y no pública, y además me parece que el argumento de algunos medios que centran la posibilidad de subsistencia, estoy hablando de Buenos Aires, porque en el interior si es cierto que si el Estado no invierte en los medios a lo mejor desaparecen. Pero en la Ciudad, en Buenos Aires, con las pautas privadas que cuentan los medios, a mí se me ocurren dos hipótesis: Por un lado que no sea cierto que si no hay publicidad estatal se fundan. O bien, que si es cierto, debieran cambiar al gerente de publicidad.

¿Cuál es el proceso de construcción de la noticia?

La noticia es construcción en la medida que, digo, nunca hay reflejo concreto. Eso ya ni siquiera se discute. Hay construcción porque hay punto de vista. Hay selección y hay jerarquizacíon. O sea, el proceso básicamente se da en la medida en que de toda la información que llega a una mesa de trabajo, solo alguna es seleccionada y jerarquizada, de manera tal que puede tener relevancia para la sociedad. En esa medida hablamos de construcción y a la vez porque en ese proceso también entran en juego las competencias que tiene la audiencia para decodificar la importancia o no de la información que circula.

¿A qué te referís cuando hablás de mercantilización de la información?

La mercantilización de la información, o el concepto de mercantilización de la información tiene más que ver que en realidad en tanto industria cultural, los medios de comunicación en general, y los productos periodísticos en particular están planteados como cualquier otro producto de mercado, entonces, las evaluaciones que las empresas mediáticas hacen no suelen tener que ver con qué es lo más relevante para la sociedad, sino, con que es lo más rentable. O con lo que lo posiciona mejor en términos de la puja por el poder, que dan con los otros actores que constituyen la hegemonia y con el Estado mismo.

¿Qué es el Infoentretenimiento?

El Infoentretenimiento a mí me parece que es una variable que vamos a tener que ir abandonando. El infoentretenimiento estuvo bastante de moda en el momento en que se produjeron las fusiones económicas de empresas periodísticas con empresas de entretenimiento. Y que permitían que ciertos tópicos del entretenimiento como podía ser el lanzamiento de una nueva serie de un canal, constituyera información para el noticiero, y a la vez que, ciertas lógicas del noticiero constituyeran elementos para construir series ficcionales como podría ser el caso de Montecristo. Me parece que en este momento en que hay una gran oferta tanto informativa, también espectacular para entretener, entra en juego otra variable que es la del Infodiseño, esto es simplificar todos los datos al máximo para constituirlos en rápidamente circulables. Yo creo que es peligroso porque deja afuera de la agenda un montón de temas que son importantes para la sociedad que a veces los medios no tienen en cuenta.

¿Qué significaba, y cómo se interpreta hoy la expresión de Empresario de Medios?

Bueno, a veces, a ver, en la Historia de los medios en Argentina, un empresario de medios era quien compraba un medio, este, o fundaba una empresa mediática. Uno puede recordar a Bartolomé Mitre hipotecando la casa para fundar el diario La Nación. Hoy nadie te hipoteca una casa, ni por más cara que fuera la casa puede con el producto de eso, comprar un medio o fundarlo porque en realidad a medida que se fue complejizando el negocio las inversiones son mucho más altas. Hoy por hoy un empresario de medios no necesariamente es alguien que este interesado o que sepa del tema. Hoy por hoy es un capitalista que invierte en medios, pero puede invertir en el casino, o en una empresa de medicina prepaga, o en cualquier otra cosa, o poner sus acciones en la bolsa como el grupo Clarín ayer, sin que eso le implique asumir la responsabilidad que determina gerenciar un medio. Un medio es un servicio público, por lo tanto debería tener ciertas regulaciones diferentes que las empresas que venden salchichas.

¿Cómo convive la idea del rol social del periodismo con la noción de empresa o producto?

Y, a ver, el rol social del periodista a veces es como un enunciado básico, no solamente por las empresas mediáticas, sino a veces por las miradas corporativas de los profesionales. Esto es, muchas veces uno escucha a profesionales trabajan con las lógicas de las empresas en las que trabajan, que no esta mal porque en algún lugar hay que trabajar, este, defendiendo a capa y espada intereses que no son, ni ciudadanos, ni tampoco profesionales. A algunos periodistas a veces defienden intereses que son claramente empresarios, y yo diría que a veces el rol social del periodismo se lleva de patada con los intereses sociales y es sumamente funcional a los intereses empresarios. Digo, toda la discusión en torno de las instituciones, la republica, y la pauta oficial no digo yo que no deba ser dada pero me parece que son intereses de los miembros de la sociedad o de ciertos sectores de la sociedad que tienen otras prioridades, que son si intereses de ciertos medios que integran corporaciones económicas que están dando una pelea por definir no ya la agenda informativa, sino la agenda política, y que a veces es una tensión difícil de explicar, pero que existe.

¿De qué se habla cuando se habla de libertad de expresión?

Bueno, generalmente, cuando se habla de libertad de expresión se confunde con libertad de empresa y se confunde con libertad de información. Información, no necesariamente, a mi juicio, y es discutible, no necesariamente es expresiva. Digo, todos sabemos que el periodismo tiene ciertas restricciones que tienen que ver con que no es la puesta en público de aquello que se me ocurre. El periodismo esta regulado por poner en público aquello que efectivamente haya ocurrido, con la mayor precisión posible, con concisión, concesión, y básicamente con simplicidad porque el periodismo es un discurso masivo, el discurso del periodismo. Cuando se habla de poder expresarse libremente ahí también entran en juego las reglas artísticas, que permitirían que alguien por un acto creativo diga algo que no requiera ningún grado de comprobación y en ese sentido me parece complicado el periodismo con lo expresivo. Por otro lado a veces las empresas toman la idea de libertad de expresión simplemente para hacer presiones de otro orden. Esto es, que un Estado nacional quiera grabar impositivamente a una empresa mediática, no cuarta la libertad de expresión de nadie, simplemente pone a una empresa mercantil, igual que el resto de las empresas, en igualdad de condiciones fiscales, sin embargo las empresas mediáticas suelen esbozar la idea de que cuando se los quiere grabar con el IVA por ejemplo se esta atentando contra la libertad de expresión. Y bueno, me parece que la libertad de expresión sería completa si por un lado los gobiernos o los Estados dieran cuenta de que hacen con las pautas publicitarias, que no ejercieran ningún tipo de censuras, que no ejercieran ningún tipo de presiones, pero que los medios también dijeran de quien son, a que capitales responden, y a que intereses políticos.

¿Cómo se relaciona esto con el periodismo supustamente independiente y objetivo?

Bien, y, en general, volviendo a la investigación que hicimos con Estela Martini, tuvimos la satisfacción de encontrar que los 50 periodistas con los que hablamos

Planteaban que el periodismo objetivo no existe. Lo cual es interesante porque la objetividad, si uno tiene que describirla de algún modo, se sitúa en un determindao tiempo y un determinado espacio, con lo cual no es una. No hay una objetividad, si no que existen fenómenos culturales, existen lógicas vinculadas con prácticas sociales que dan cuenta de una objetividad y no de otra. Entonces, en general, en la investigación nos encontramos con que los periodistas no planteaban, como hace 10 años, que el periodismo debía ser obtejivo. Muchos de ellos nos dijeron que no debía ser así. Que, en realidad el objetivo del periodismo era comprometerse con determinadas causas - cosa con la que yo estoy bastante de acuerdo -. Y, a la vez, vuelvo a Borrat que lo citaba hace un rato, él define al periodismo independiente, o al periodismo independiente hegemónico, como aquel capaz de lucrar e influir. Digo, la independencia del periodismo en general no está del todo resguardada, y la objetividad sabemos que no existe porque es particularmente imposible.

¿Qué es la opinión pública?

Guau, la opinión pública. Responder acerca de la opinión pública es caminar por un camino bastante sinuoso. Digo, hay miles de definiciones de opinión pública pero uno puede llegar a pensar que, en un contexto mediatizado como el que vivimos, es aquella opinión de los ciudadanos que se expresa y se conoce a través de los medios.

¿Cómo es la relación de los medios respecto de los contenidos e intereses de los mismos medios? Por ej: ¿Cómo se comportaron durante el 2001?

Bien, en general los medios son sumamente corporativos. En el caso específico del 2001 a mi me da la impresión que no entendieron el fenómeno. Que estaban muy metidos en sus propios intereses, en sus propios negocios, en sus propias necesidades, entonces de repente descubrieron: la pobreza, la indigencia, el conflicto social. Y yo recuerdo una anécdota que me parece maravillosa, porque el 2001 es fundacional en varios sentidos. Por un lado, porque el ejercicio de censura se realizó desde los medios privados y no desde el estado. Ustedes recordarán que quien era en ese momento presidente del COMFER se negó a censurar cuando recibió la orden de sus superiores y renunció en el mismo momento que le pidieron que lo hiciera. Mientras que las cadenas de televisión privada nunca salieron más tarde con la información que ese día. No tenían cobertura. Si uno toma el caso de crónica tv, que se caracteriza por estar donde están las cosas, ese día, estaba trabajando con las cámaras del gobierno de la ciudad. Digo, pasando cosas editadas cuando, en general, el plus de ese canal es estar en vivo. Y recuerdo el comentario de una locutora que conducía un segmento del noticiero cerca de la madrugada preguntándose acerca de quién iba a pagar los destrozos en la plaza de mayo, cuando el país se estaba incendiando literalmente. Entonces, me parece, nunca leí tantas notas sobre la importancia de saber hacer pastafrolas o pascualinas - que era aquello que podía trocarse en el club del trueque -, porque la gente además de hacer lo que sabía hacer y porque no tenía trabajo sabía hacer pastafrolas y pascualinas -, entonces la cobertura de los medios se enfocó por ahí. Y la otra pata fue, la de poner en visibilidad la idea de la corporación mediática en torno a la vuelta de prácticas represivas. Las editoriales estuvieron signadas y, creo que si uno hace un medición, vamos a encontrar el nombre Hobbs muchas más veces que las que haya hecho la academia en su conjunto a lo largo de la historia. Y entendiendo a Hobbs solamente como aquel que había pensado la represión para salir del estado de naturaleza. En ese sentido me parece que a veces los medios van, caminan a paso discordante con la sociedad. Puede verse mayoritariamente en lo que son procesos electorales. En general, los medios suelen ver un país que luego la ciudadnía, a la hora del voto, no ve. Si uno ve cuáles son los planteos que se hacen desde las editoriales y columnas de opinión, se encuentra con agendas que no suelen coincidir con las agendas sociales. Entonces, nosostros medimos este año cuál sigue siendo la prioridad de la ciudadanía, y la prioridad sigue siendo la seguridad, y la prioridad sigue siendo, en el caso de la ciudad de Buenos Aires, la limpieza, la infraestructura, la capacidad hopitalaria, las escuelas. Cuando, en la agenda mediática, los temas que aparecen son las instituciones, la república, y algunos tópicos que, aparentemente, a la sociedad no le preocupan. Entonces, a veces me parece que si ponemos el foco en las tres agendas, la de la ciudadanía, la de los medios y las de los políticos, encontramos que llega mejor aquel que se adapta mejor a lo que está pensando la sociedad.

¿Cómo afecta la conformación de multimedios que pertenecen a grandes grupos empresarios a la credibilidad de la información?

-Respecto a la credibilidad a mi me parece que las audiencias han demostrado, y sobre todo despues del 2001, el 2001 fue una crisis con la dirigencia y no con la clase política como la llaman los medios. La dirigencia en general. A partir del 2001 la credibilidad con todas las instituciones decayó. Y esto implica: la iglesia, los sindicatos, a las corporaciones, a los empresarios y también a los medios. En algunos casos, algunos periodistas muy emblematicos no han perdido credibilidad, pero sí sus empresas. Me parece que las audiencias están como más claras acerca de que eso que se publica, por ahí, es construccion. Y voy a contar una anécdota de una vez que estábamos presentando un viejo libro, que tiene mas de 10 años, en un foro con periodistas. Y una señora, de esas que van a esas reuniones solo porque hay catering, le comentó a un periodista muy importante de un segmento radiofónico de la mañana: si vienen a la esquina de mi casa, y dicen que el robo fue en una calle cuyo nombre es otro y el número que no es, por qué yo les voy a creer todo el resto. Me parece que las audiencias están bastante claras respecto de eso. Y las motivaciones por las cuales utilizan medios no necesariamente son imformativas. O son informativas de otro orden. En un estudio que yo hice el año pasado aquí en la universidad con lectores de los diarios de referencia, que son Clarin y La Nacion, un 30% de los encuestados nos contestó que compraba mayoritariamente el diario del domingo simplemente porque en el diario del domingo aparecía la publicidad de los supermercados con los descuentos que se hacía con pago bancarizado. Esto hace que pensar que esa información aparentemente para los sectores es relevante porque les permite saber donde les rinde más la plata. Mientras los lectores, que además son ciudadanos, están pensando en cómo hacer rendir mejor la plata, a veces los medios y los políticos están pensando en la república, las instituciones, y contenidos bastante abstractos que no apelan o no interpelan a la sociedad.

¿Qué posibilidades ofrece internet como medio?

La irrupción de internet a mi me parece que genera fenómenos paradojales. Yo sobre esto no tengo conclusiones muy concretas, porque me parece que es muy prematuro. Pero alguna idea se me ocurre acerca de cómo impacta la presencia de internet en periodismo. Periodismo implicaba necesariamente periodicidad. La irrupcion de internet justamente lo que hace es cambiar el concepto informativo. De periódico a instantaneo, y esa instantaneidad, lo que genera es un nuevo, una nueva forma de producir pero tambien un nueva forma de consumir información. Además permite que los lectores comenten, denuncien abuso, suban información, pongan su propia foto, esto es que genera sí, ciertas lógicas participativas. Y por qué digo que es paradójico. Porque en el momento de mayor diversidad de canales para comunicar, la verdad es que lo que ocurre, en términos empresariales y ecnonómicos, es que nunca fue tan concentrado. Con lo cual es paradójico, pero hacia adónde nos lleva, yo todavía no lo tengo claro.

¿Quién denuncia a los medios?

Denunciar a los medios no es fácil porque son un actor muy poderoso. En general, tampoco es, el tema de quiénes son los medios y que tipo de intervenciones políticas tienen es de interés para sectores muy reducidos. Esto es: nos interesa a los académicos, les interesa a los de la competencia, o a aquellos que quieren entrar al mercado y no tienen la posibilidad, justamente por la concentración. Ehh…, la sociedad no está muy preocupada por de quién es el canal donde una productora, también concentrada, pone un programa de 30 puntos todos los días. La sociedad lo ve, y en general no le importa demasiado. Ahora, creo que, sería importante que esa información empezara a circular. De quién es, qué negocios hace, con quién tiene alianzas políticas, para quién opera en términos de lo que es situación electoral - que para los que trabajamos en esto es generalmnte obvio pero no para la ciudadanía -. Y de repente, bueno, con esa imformación circulando, sí me parece que se dejaría de hablar de consumidores mediáticos para empezar a pensar el concepto de ciudadanía de manera un poco más concreta. Pero digo, quién denuncia a los medios es muy complicado porque, si bien existen trabajos que dan cuenta de quién son, para quién operan, etc., y las academias esta llenas de eso, ehh.., no es un tema de interés para la sociedad. Con lo cual, también nosotros, desde las universidades, tenemos ese desfasaje de interés entre nuestros temas de interés y los de la sociedad. Pero tienen que ver con otra cosa, porque se supone que nosotros tenemos que trabajar para aportar información para que dirgencia de otro orden, como por ejemplo política, tomen decisiones que den (cuenta de marcos legales diferenciados y que permitan situaciones más inclusivas y más democráticas.

La gente, ¿sabe de los manejos de la información por parte de los multimedios? Y en ese caso, ¿le preocupa?

No lo sabe, y además me parece a mí que, en un contexto donde la prioridad es comer, o mantener el trabajo, o que te aumenten el sueldo, son como temas de panza llena. A mí me preocupa la situación institucional y republicana, pero entiendo que me preocupa porque tengo trabajo, porque pude estudiar y porque tengo ciertas situaciones que uno podría leer como privilegiadas en relación con los otros. El que no tiene la menor incidencia en el sistema educativo, en el trabajo, en la posibilidad de crecer de algún tipo, que no tiene garantizado que los hijos tengan salud, etc., a lo mejor las instituciones no le importan demasiado. Y no porque sean malos ciudaddanos, si no porque tienen otras prioridades.



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Por Ignacio Villar y Ezequiel Hara Duck

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